¿Qué Significa Cuando Un Perro Come Heces? Razones Comunes Explicadas

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Equipo Editorial de Woofz Actualizada en |Revisado por Shannon Kenny
Los perros pueden mostrar una serie de comportamientos inusuales que sus dueños no comprenden. Uno de ellos es comer materia fecal, también llamado coprofagia. No solo es desagradable, sino que también puede parecer peligroso. ¿Por qué mi perro se come su propia caca o la de otros perros? ¿Cuándo debo empezar a preocuparme? Sigue leyendo para obtener más información.
¿Es Normal Que Los Perros Coman Caca?
La respuesta a esta pregunta depende de varios factores. Muchos animales pueden comer heces para obtener nutrientes específicos necesarios para equilibrar su dieta. Los perros también son propensos a estos hábitos alimenticios en ciertas etapas de su vida.

Las perras lamen a sus cachorros para mantenerlos limpios después de hacer sus necesidades. Los cachorros jóvenes también pueden comer sus propias heces frescas o las de otros animales, como las de caballos o gatos. En el caso de los adultos, sigue siendo relativamente común, ya que alrededor de uno de cada seis perros adultos lo hace.
Aunque comer heces es un comportamiento natural, no se debe fomentar. Comer las heces de otros animales puede provocar una invasión de parásitos intestinales y el consumo de sustancias tóxicas. Además, las heces no tienen ningún valor nutricional para un perro adulto.
¿Por Qué Los Perros Se Comen Su Propia Caca? Principales Razones
Por lo general, los dueños de perros pueden observar una disminución en los hábitos de comer heces en sus cachorros alrededor de los 6-9 meses de edad. Si este hábito persiste, es posible que haya un problema médico o psicológico que cause este comportamiento. Veamos las razones más comunes por las que un perro come heces.
1. Instinto De Supervivencia
Consumir heces es, en cierta medida, un comportamiento instintivo.

Los perros pueden comer sus propias heces para mantener limpia su madriguera y reponer nutrientes, especialmente en épocas de escasez de alimentos. Al comer las heces de otros animales, pueden encontrar restos de comida que no se han digerido correctamente, por lo que aún pueden aportar algo de valor nutricional al perro.
2. Aburrimiento Y Falta De Estimulación
Existen pruebas científicas que sugieren que los perros confinados en lugares pequeños, con poca o ninguna interacción con otras mascotas o personas, son más propensos a recurrir a comer heces.

Esto ocurre debido a la falta de una estimulación mental adecuada. Por eso, este comportamiento es común en los perros rescatados de refugios de animales abarrotados, donde pasan la mayor parte del tiempo solos.
Nota: También puede ocurrirle a perros domésticos muy queridos si no se satisfacen sus necesidades de ejercicio físico y mental.
3. Ansiedad Y Estrés
La ansiedad es otra posible causa de la coprofagia. Como hemos comentado anteriormente, puede estar relacionada con la ansiedad general que provoca estar confinado en un espacio pequeño. Sin embargo, algunos perros desarrollan el hábito de consumir sus propias heces debido a estrategias incorrectas de adiestramiento para ir al baño.
Por lo tanto, si el dueño recurre a castigar al perro por los accidentes que tiene en casa, la mascota puede intentar ocultarlos. Una forma de hacerlo es comerse las heces antes de que el dueño las vea. Sin embargo, el resultado suele ser el contrario, y el perro puede ser castigado por comerse sus heces. Esto crea un patrón de comportamiento indeseable derivado del miedo y la ansiedad.
4. Búsqueda De Atención
Cuando un dueño descubre a su mascota comiendo heces, es algo que rara vez pasa desapercibido.

Aunque la reacción suele ser negativa, como gritar e intentar distraer al perro, tu mascota puede percibirlo como una interacción divertida y una forma de llamar tu atención. No pierdas los nervios cuando descubras a tu perro in fraganti.
5. Hábito
A pesar de que la mayoría de los perros superan el hábito de comer excrementos, algunos pueden seguir teniendo dificultades incluso en la edad adulta. Esta compulsión por comer heces puede ser el resultado de una educación inadecuada, cuando un cachorro no recibe suficiente interacción y estimulación humana. Muchos cachorros criados en fábricas de cachorros utilizan la coprofagia como una forma de juego y, con el tiempo, puede convertirse en un comportamiento aprendido que persiste incluso cuando cambia el entorno del perro.
6. Curiosidad
La curiosidad es un motivo muy común si tu cachorro come heces.

Una de las formas en que los perros exploran el mundo es mediante el uso de su sentido del olfato y del gusto. Las heces tienen un olor y una textura peculiares que pueden atraer a tu cachorro a probarlas.
7. Razones Médicas Y Dietéticas
A veces, la obsesión de un perro por comer heces puede ser un síntoma de una afección médica. Entre las enfermedades comunes que pueden provocar una inclinación repentina hacia la coprofagia están la diabetes, las infecciones parasitarias, los problemas en el sistema digestivo o los desequilibrios nutricionales. Si el comportamiento aparece de forma repentina, es obsesivo y va acompañado de otros síntomas de enfermedad, ponte en contacto con tu veterinario lo antes posible.
Conclusión
Comer heces, o coprofagia, puede ser normal en los cachorros y las perras madres, pero no debería continuar en la edad adulta. Este hábito suele deberse al aburrimiento, la ansiedad, la búsqueda de atención o a comportamientos aprendidos, aunque también puede tener causas médicas. Si tu perro comienza repentinamente a comer heces o el comportamiento se vuelve frecuente, consulta con tu veterinario.