¿Qué Hacer Para Que Un Perro Deje De Llorar?

El lloriqueo constante de un perro puede ponerte de los nervios, lo entendemos. Sin embargo, intenta verlo desde otra perspectiva: los sonidos de tu mascota son intentos de comunicar sus sentimientos, necesidades y emociones. Al igual que los ladridos, gruñidos o aullidos, los lloriqueos son una forma de transmitir un mensaje.
En algunos perros este comportamiento resulta excesivo. Si tu cachorro se queja demasiado, este artículo es exactamente lo que necesitas. Veamos las razones de este hábito y cómo conseguir que tu perro deje de lloriquear.
¿Por Qué Lloran Los Perros? 5 Razones Comunes
Los cachorros jóvenes son conocidos por su costumbre de lloriquear. Es una reacción instintiva natural a su necesidad de llamar la atención de su madre.

Por eso, más adelante, cuando pasan a formar parte de tu hogar, utilizan este mismo lloriqueo que dejes de hacer lo que estés haciendo y le prestes atención. Veamos las razones más comunes de este comportamiento y cómo descifrar mejor el motivo oculto.
1. Lloriqueo Para Llamar La Atención
A los perros les encanta la atención humana. Satisface su deseo natural de formar parte de un grupo social. No te sorprendas si tu cachorro empieza a lloriquear excesivamente mientras estás ocupado haciendo algo. En estos casos, considera este comportamiento como su grito desesperado por pasar tiempo juntos.
2. Petición De Un Objeto Deseado
Te sorprendería lo mucho que un can puede comunicar con su voz y su lenguaje corporal.

Un dueño atento puede darse cuenta de situaciones en las que su cachorro gimotea para obtener algo de él. Independientemente de si se trata de salir a la calle o conseguir una golosina, puedes encontrar a tu perro lloriqueando mientras mantiene contacto visual con aquello que quiere conseguir.
3. Muestra De Sus Emociones
Gimotear y lloriquear es una de las formas en las que un perro transmite una serie de emociones. Es frecuente oír gemidos de aburrimiento, excitación o susto. Para interpretarlo correctamente, debes analizar el comportamiento en un contexto más amplio y tener en cuenta otras señales, así como su lenguaje corporal.

Cuando un perro gimotea por excitación, suele ir acompañado de carreras y/o saltos enérgicos. Sin embargo, las vocalizaciones de un perro aburrido señalan de forma diferente la falta de estímulos. A menudo, notarás que tu mascota combina gemidos con suspiros para que le prestes atención.
Los perros asustados o con ansiedad también pueden recurrir a los gemidos para comunicar su estado emocional alterado. Cuando un perro tiene miedo, puede vocalizar mientras muestra lenguaje corporal de apaciguamiento. Puedes notar que gimotean y se lamen los labios, bostezan, meten la cola por debajo del cuerpo o bajan las orejas. De esta forma, nuestros compañeros intentan demostrar a los demás que no son una amenaza.
4. Mecanismo De Alerta
Muchos perros lloriquean en lugar de ladrar para hacer saber a sus dueños que algo en su entorno les asusta. Puede tratarse de una persona que se les acerca, un animal o insecto, o un objeto sospechoso. En estos casos, la vocalización es una herramienta eficaz para informarte de posibles peligros. Puedes encontrar más información en el artículo sobre señales de estrés en perros.
5. Señal De Malestar Físico
Los perros pueden quejarse cuando sienten dolor o no se encuentran bien. Lo hacen por múltiples razones, entre ellas llamar tu atención y calmarse. Si sospechas que los lloriqueos se deben a malestar físico, consulta inmediatamente a tu veterinario para determinar la causa.
Cómo Hacer Que Un Cachorro Deje De Llorar En 3 Pasos
Aunque el lloriqueo es un comportamiento natural y perfectamente normal en los cachorros jóvenes, a veces, a medida que crecen, pueden obsesionarse con él. Esto suele ocurrir cuando los dueños recompensan este hábito con golosinas o prestan atención al cachorro. Como resultado de esto, el perro entiende que ser ruidoso lleva a un resultado deseado.
Si sospechas que tu perro lloriquea para llamar tu atención y este comportamiento se está descontrolando, debes actuar en consecuencia y enseñarle a guardar silencio.
Paso 1: Ignora Su Lloriqueo
Este método es especialmente útil para tratar los lloriqueos en busca de atención.

Antes de proceder con este paso, asegúrate de que tu perro tiene cubiertas sus necesidades básicas y de que está físicamente sano. No querrás pasar por alto accidentalmente una situación en la que tu mascota tenga problemas de salud o esté asustada.
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Ignora por completo este comportamiento. En primer lugar, deja de responder a los lloriqueos de tu perro e indica al resto de miembros de la familia que también lo hagan. Evita el contacto visual, tocar o acariciar a tu mascota en respuesta a sus lloriqueos. Incluso puedes darte la vuelta o irte a otra habitación para demostrar que ignoras este comportamiento.
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Espera a que el perro se calme. A continuación, dale tiempo a tu mascota para que se calme y que comprenda que lloriqueando no consigue el resultado deseado. Una vez que se calme, recompénsala con una golosina y/o empiece a interactuar con ella para demostrarle que un comportamiento tranquilo es aceptable.
Paso 2: Enseña A Tu Perro A Tolerar El Tiempo A Solas
Dado que algunos lloriqueos suelen deberse al aburrimiento, no está de más entrenar a tu cachorro para que pase tiempo a solas sin reclamar atención.

Para practicar el tiempo a solas con un cachorro, debes disponer de un área confinada designada (puedes utilizar una jaula o una habitación) y algunas golosinas para recompensar su comportamiento. Puedes empezar el adiestramiento en cuanto el cachorro llegue a tu casa.
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Lleva al cachorro a la jaula, habitación u otra zona cerrada. Como no tiene la costumbre de estar solo, es probable que empiece a lloriquear en cuanto salgas de la habitación. Espera un rato, dejando que el cachorro se calme, y luego vuelve a entrar en la habitación.
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Elogia y recompensa su comportamiento. Cuando regreses, acarícialo, mímalo y/o da un premio a tu cachorro para demostrarle que portarse de forma tranquila tiene premio. Empieza con periodos cortos de ausencia y aumenta gradualmente el tiempo que pasas fuera. Con paciencia y un adiestramiento coherente, tu perro aprenderá que tu ausencia no es permanente y que permanecer quieto se traduce en interacciones positivas contigo.
Paso 3: Entrena A Tu Perro Para Que Se Quede Quieto Con Una Orden
Por último, si estás cansado de preguntarte "¿Por qué mi perro llora tanto?", puedes enseñar a tu perro a responder a una señal verbal, como "Silencio", para modificar su comportamiento en distintas situaciones.

Puedes conseguir este resultado fijándote en los momentos en los que tu perro permanece tranquilo y recompensándole por este comportamiento. Este método es fácil de poner en práctica, ya que refuerza el comportamiento natural del perro.
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Fíjate en las veces en las que tu perro deja de lloriquear. En este punto, debes prestar mucha atención al comportamiento de tu perro. Cuando tu cachorro deje de lloriquear y se calme, marca este comportamiento (utiliza un clicker o di "Bien") y recompénsalo. De esta forma, le demuestras que apruebas que esté tranquilo.
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Enséñale a guardar silencio durante más tiempo. A continuación, debes enseñar a tu perro a permanecer tranquilo durante periodos prolongados de tiempo. Deja de darle la golosina como recompensa inmediatamente cuando se quede quieto. Empieza a esperar 1-2 minutos para que regulen sus emociones durante más tiempo.
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Añade una señal verbal. Empieza a utilizar una palabra de orden (la más popular es "Silencio") antes de ofrecerle una golosina a tu perro. De este modo, le ayudarás a entender que seguir tu orden verbal le reporta una recompensa. Con el tiempo, conseguirás que tu perro deje de lloriquear en cuanto le des la orden.
Mi Perro Lloriquea Mucho, ¿Hay Alguna Vez En La Que Es Correcto Prestarle Atención?
Es una buena pregunta, aunque como hemos indicado las razones por las que un perro lloriquea son diversas. Debes abordar cada caso de forma individual. Es fundamental evaluar objetivamente la situación y el contexto que la rodea. En algunos casos puede tratarse de lloriqueos en busca de atención, que pueden llegar a ser excesivos o molestos, y no van asociados a ningún problema real.

No obstante, cabe mencionar que el lloriqueo es simplemente una herramienta de comunicación. Si tu perro gimotea para informarte de que ha llegado la hora de ir al baño, el sonido tiene una finalidad práctica y no debe ignorarse. Lo mismo se aplica a los lloriqueos cuando tu perro está enfermo o asustado.
Si estás seguro de que tu perro gime para intentar satisfacer una necesidad básica (comida, agua, ir al baño) o para comunicar dolor o miedo, debes responder siempre. En otros casos, es mejor ignorar su comportamiento y buscar formas de enriquecer las experiencias vitales entre tu mascota y tú, o enseñarle a callarse cuando se lo ordenes.
Conclusión
Los lloriqueos son la forma que tiene tu perro de decirte que está aburrido, asustado, sobreexcitado o que necesita tu atención. Dependiendo de la causa y de lo excesivo que sea el comportamiento, puedes enseñar a tu perro a no lloriquear. La clave para abordar este comportamiento es ignorarlo cuando lloriquea para llamar tu atención. Mantén la calma y sé paciente durante el proceso para conseguir acabar con este hábito.

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